Descubra nuestra selección de mariscos en función de la región en la que se aloje y algunos consejos sencillos para prepararlos en el camping. Desde un aperitivo fresco hasta un plato tradicional o una paella de convivencia, disfrute al máximo del marisco durante sus vacaciones.
Nuestra selección de marisco fresco, por regiones
Costa Norte: los auténticos sabores de la Mancha y del Mar del Norte
Desde la Costa de Ópalo hasta el norte de Bretaña, pasando por las playas de Normandía, el norte de Francia abunda en tesoros yodados. En Normandía, las ostras de la playa de Utah o de Veules-les-Roses, de carne firme y salada, se degustan mejor con un simple chorrito de vinagre de limón o de chalota. Entre los grands crus, las ostras de Cancale, criadas frente a la bahía del Monte Saint-Michel, seducen por su fino yodo y su carne crujiente. Los buccinos de Granville son imprescindibles, servidos calientes con una mayonesa casera fácil de preparar en el momento.
Los mejillones bouchot, emblema de la bahía del Monte Saint-Michel, son ideales para acampar: cocidos a la marinière en el fogón o a la plancha con ajo y perejil. En la región de Hauts-de-France, podrá encontrar gambas, berberechos y bígaros en el mercado o con la marea baja, para divertirse pescando a pie (respetando las normas locales).
Costa Oeste: las riquezas del Atlántico
Más al sur, las ostras de Marennes-Oléron y de la cuenca de Arcachon se pueden degustar crudas o como aperitivo. Los mejillones de palangre son ideales para la mouclade o la éclade, un plato típico charentais cocinado bajo agujas de pino encendidas.
Los mercados de las regiones de Vendée, Landes y País Vasco ofrecen abundantes gambas, almendras de mar, nécoras y centollos.
Costa Sur: los tesoros yodados del Mediterráneo
Bajo el sol del sur, los productos del mar ofrecen una paleta más suave pero llena de carácter. Los mejillones de Bouzigues, criados en el Etang de Thau, son carnosos y sabrosos. Se pueden cocinar a la plancha, con un poco de aceite de oliva y hierbas frescas. En la misma laguna se cultivan ostras mediterráneas, de carne más blanda que las del Atlántico.
Las tellinas, pequeños crustáceos recogidos en las playas de Le Grau-du-Roi o la Camarga, pueden prepararse con ajo y perejil en pocos minutos en una sartén. La sepia, el calamar y los calamares son perfectos para cocinar a la plancha, en rodajas o en brocheta, tras un rápido marinado con limón. Y para el aperitivo, piense en las anchoas de Collioure, servidas con aceitunas y pan tostado.
Estos productos requieren poca cocción, lo que los convierte en aliados perfectos de la cocina de camping.
¿Dónde comprar marisco cerca de su camping?
Cuando es sano, el marisco tiene fama de ser bueno para la salud, ya que aporta una serie de oligoelementos como el yodo, el magnesio y la vitamina B12. Y si quiere disfrutar de un marisco realmente fresco cuando esté de acampada, nada mejor que comprarlo localmente.
Marisco y crustáceos en los mercados locales
A lo largo de la costa, las lonjas cubiertas y los mercados matinales están llenos de puestos regentados por pescadores y ostricultores locales. Algunos incluso ofrecen degustaciones in situ o bandejas para llevar con hielo picado.
Su plato de marisco directamente del productor
Numerosas osterías salpican el litoral, sobre todo en Charente-Maritime, Bretaña y el Mediterráneo. Aquí podrá comprar ostras y mejillones directamente al productor, a menudo a precios inmejorables. También puede buscar las "crieuses" o cooperativas marítimas locales (como "La Criée"), que venden la pesca del día al final de la mañana.
Para degustar en pequeños restaurantes o para llevar.
Por último, en algunas estaciones balnearias, las marisquerías ofrecen marisco para llevar, a menudo ya cocido (cangrejo, bocina, gambas). Un buen compromiso si no quiere cocinar, pero sí disfrutar del mar en su mesa de camping.
Paëlla, pasta, cassolette y risotto: recetas marineras sencillas y sabrosas para preparar en el camping
El marisco se presta a una cocina de convivencia, fácil de preparar incluso en un fogón o una plancha. En cuanto a recetas, la pasta marinera, a base de gambas, mejillones y calamares, se puede cocinar en una sola sartén con ajo, aceite de oliva y perejil.
Otro imprescindible del camping: la paella de la mer, donde arroz, mejillones, calamares y gambas se cuecen a fuego lento en un caldo perfumado con azafrán. El risotto más cremoso con almejas o navajas requiere un poco de supervisión, pero garantiza un resultado gourmet. Por último, la cassolette de marisco, con un toque de nata y vino blanco, es fácil de calentar a fuego suave.
¿Qué marisco puede cocinarse en la barbacoa o la plancha?
En la actualidad, muchos campings ofrecen instalaciones para cocinar al aire libre: la barbacoa sigue siendo la más común, pero la plancha está ganando terreno, sobre todo en las casas móviles totalmente equipadas. Para los campistas en tiendas de campaña, el uso de estos aparatos depende de las normas de seguridad del camping: las barbacoas de carbón a veces están prohibidas, mientras que las planchas eléctricas o de gas suelen estar permitidas.
Estos métodos de cocción son ideales para el marisco. Las vieiras deben chamuscarse de 1 a 2 minutos por cada lado para mantenerlas húmedas. Las gambas, cigalas, sepias o calamares quedan perfectos tras un breve adobo de aceite de oliva y limón. Las navajas y los mejillones se abren rápidamente en la plancha, revelando todo su sabor yodado.
¿Cuánto cuesta una mariscada?
El precio de una mariscada varía en función de los productos elegidos, la temporada y la región. En general, hay que prever entre 20 y 30€ por persona para una fuente clásica (ostras, gambas, buccinos, mejillones), y hasta 40-50€ para una versión más generosa con cigalas, cangrejo o vieiras. Comprar directamente en los mercados o a los productores puede reducir la factura y mejorar la frescura.