El mejor momento para ir
París se puede visitar todo el año, pero cada estación tiene su ambiente especial.
En primavera, los parques cobran vida, las terrazas se animan y el ambiente es suave y romántico: es sin duda la época más agradable del año para descubrir la ciudad. En verano, la ciudad está en plena efervescencia: festivales, exposiciones al aire libre, cruceros por el Sena... pero también algunas aglomeraciones.
En otoño, París recupera un ritmo más apacible, los árboles se tiñen de ocre en los Jardines de Luxemburgo o las Buttes-Chaumont, y los museos se convierten en auténticos refugios culturales.
En invierno, la magia de las iluminaciones, los escaparates navideños y los acogedores salones de té confieren a la capital un encanto de cuento de hadas.
Día 1: Inmersión en el corazón histórico de París
Mañana: Descubra el Marais y la Île de la Cité
Comience su escapada en el barrio del Marais, uno de los más antiguos y con más encanto de París. Sus callejuelas, mansiones privadas, galerías de arte y boutiques de diseño le sumergirán en un ambiente único. Tómese un café en la Place des Vosges, una joya arquitectónica, antes de pasear por la Rue des Rosiers, corazón del barrio judío, para una pausa gastronómica.
Continúe su paseo hacia la Île de la Cité, cuna histórica de París. Aquí descubrirá la majestuosa catedral de Notre-Dame, la Sainte-Chapelle, famosa por sus flamantes vidrieras, y la Conciergerie, la antigua prisión de la Revolución Francesa.
Tarde: Louvre, Palais-Royal y paseo por el Sena
Después de comer en una típica brasserie parisina, diríjase al Louvre. Aunque no tenga tiempo de verlo todo, no se pierda la Gioconda, la Victoria de Samotracia o los pisos de Napoleón III.
A continuación, haga una pausa en el Palacio Real, un remanso de paz con sus famosas columnas Buren y sus elegantes jardines. Continúe su paseo por el Sena, pasando por librerías y puentes legendarios como el Pont des Arts.
Al final del día: puesta de sol en Montmartre
Termine su primer día en Montmartre, el barrio bohemio por excelencia. Suba a la basílica del Sacré-Coeur y piérdase por las callejuelas de la Place du Tertre. A la hora dorada, la vista de París desde la explanada de la basílica es mágica.
Día 2: Naturaleza, museos y un París insólito
Mañana: Paseo por el Parque Monceau o el Parque de Bagatelle
Comience el día en un París más tranquilo, en el elegante y romántico Parque Monceau, o en el Parque de Bagatelle, una auténtica joya floral en el Bosque de Boulogne. Este último, menos conocido por los turistas, es una pequeña joya paisajística con su rosaleda, sus pavos reales en libertad y sus encantadores puentecitos.
Tarde: Museo de Orsay o paseo por Saint-Germain-des-Prés
Según lo que le apetezca, puede visitar el Museo de Orsay, dedicado al arte del siglo XIX y ubicado en una antigua estación de ferrocarril. Monet, Van Gogh, Degas... algunos de los grandes nombres se encuentran allí.
También puede pasear por Saint-Germain-des-Prés, el barrio intelectual y artístico donde encontrará el Café de Flore y Les Deux Magots, célebres refugios de escritores. Aproveche para comprar en las pequeñas librerías o visitar la iglesia de Saint-Sulpice.
Al final del día: crucero por el Sena o por los tejados
Termine el fin de semana por todo lo alto con un crucero por el Sena al atardecer, admirando los más bellos monumentos parisinos, incluida la Torre Eiffel, que se ilumina al caer la noche. Otra opción: admirar París desde lo alto, desde una azotea como la terraza del Printemps Haussmann, el Hôtel National des Arts et Métiers o el Perchoir, para disfrutar de una copa nocturna con vistas a los tejados de París.
¿Dónde cenar y tomar una copa?
En París no faltan las veladas nocturnas. Para una cena refinada, reserve en Septime o admire las vistas desde Le Jules Verne, encaramado a la Torre Eiffel. Los amantes de la tradición apreciarán el animado ambiente de Bouillon Pigalle o Chartier, perfectos para una cena típicamente parisina a un precio razonable.
Cuando se trata de bares, París está lleno de lugares con un ambiente único. Para cócteles inventivos, diríjase a Le Syndicat o Little Red Door. Si prefiere un ambiente agradable al aire libre, Rosa Bonheur y La Recyclerie son ideales para tomar una copa en un ambiente relajado y original.
¿Por qué París?
Accesible en tren, avión o coche desde cualquier gran ciudad francesa o europea, París es el destino ideal para un fin de semana cultural, romántico o festivo.
Su increíble riqueza patrimonial, su vibrante vida artística y su inimitable art de vivre la convierten en una ciudad que debe visitarse al menos una vez y redescubrirse una y otra vez.
¿Dónde alojarse en París?
Si busca una experiencia inusual y asequible, opte por los campings de las afueras de París.
Camping Paris Maisons-Laffitte, Maisons-Laffitte
A 20 minutos de París, este camping de 4 estrellas está situado en una tranquila isla del Sena, en Maisons-Laffitte. Ofrece alojamiento confortable (cabañas, lodges, parcelas) en un entorno verde. Ideal para pasar un fin de semana en plena naturaleza a las afueras de la capital, dispone de piscina climatizada, restaurante y fácil acceso a la línea de tren RER A para visitar París sin problemas.
Camping Paris-Est, Champigny-sur-Marne
Situado a sólo 10 km de París, el Camping Paris-Est****, en Champigny-sur-Marne, ofrece un entorno verde a orillas del Marne. Este camping de 4 estrellas ofrece alojamiento confortable, incluyendo casas móviles y parcelas para tiendas o autocaravanas. Las instalaciones incluyen un restaurante, un bar y servicios de comida para llevar, así como actividades de ocio como ping-pong. Su ubicación ideal permite acceder rápidamente al corazón de la capital en sólo 20 minutos.
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Para descubrir los alrededores de París:
Si se queda más tiempo en la capital, no dude en explorar los alrededores de París, ricos en patrimonio y naturaleza.
- El Castillo de Versalles: a sólo 30 minutos de París, esta obra maestra del clasicismo francés impresiona por sus jardines, fuentes y Salón de los Espejos.
- Disneyland París: para una escapada mágica en familia, el famoso parque temático se encuentra en Marne-la-Vallée, accesible en RER. ·
- El Forêt de Fontainebleau: un remanso de paz a sólo 1 hora de París, ideal para hacer senderismo, escalada o simplemente un picnic en plena naturaleza.